Adrián Jaime, Director Técnico de la Octava División de Juveniles, dialogó sobre este año particular y su trabajo formativo en Ituzaingó.
¿Cómo están afrontando este contexto atípico?
Este contexto adverso nos llevó a poner mucha creatividad para seguir trabajando y poder tener un seguimiento tanto físico como psicológico de los jugadores. Se trabaja en conjunto con los DT’s de 7ma, Arrua, y 9na, Ravizza, más el preparador físico, Martins. Hacemos una planificación semanal que abarca lo físico-técnico y psicológico. No todos tienen espacios físicos disponibles, entonces hay que adaptarse y planificar de modo diferente para ellos -los jugadores-. En líneas generales se encuentran bien de salud ellos y sus familiares.
Teniendo en cuenta que entrenar desde el hogar implica ciertas limitaciones ¿De qué forma se está trabajando actualmente y cómo sortean esas problemáticas?
Seguramente que entrenar desde el hogar con esta metodología no cumple con el entrenamiento integral de un futbolista. Entrenamos por la plataforma Zoom tres días a la semana, lo que significa un 20/25% del entrenamiento habitual. Se trata de planificar de la mejor forma posible para que la mayoría pueda hacerlo. Involucramos ejercicios de fuerza – coordinación – agilidad – zona media. Hay mucha creatividad de parte de los muchachos para hacer elementos de entrenamiento (barra, peso, conos y escalera coordinativa). Destaco mucho eso, ahí hay ayuda de la familia. Muestra el interés por el trabajo y nos pone muy feliz que tengan voluntad. A los muchachos, que por algún motivo no pueden conectarse por falta de WiFi, se les manda por escrito vía WhatsApp y el video correspondiente al ejercicio a ejecutar. Acá todo el mundo entrena y hay seguimiento de todos los jugadores.
¿Qué sentís que puede suceder más adelante? ¿Consideras que el retorno será problemático?
Veo poco probable volver en lo inmediato a los trabajos de campo. Podríamos hablar de eso después del invierno ya que estos dos meses son claves para saber dónde estamos parados con esta pandemia. Cada día hay más contagios y eso hace difícil el retorno a la vida normal lamentablemente. Seguro el retorno a los entrenamientos de campo será un trabajo pensado e inteligente. Creo que debemos volver a las bases y empezar de cero con 1 o 2 semanas de adaptación. De un cambio de temporada a otra tenemos 20-30 días de inactividad, en este momento llevamos más de 90 y todavía falta. Por su falta de entrenamiento el futbolista perdió masa muscular, fundamentos, adaptaciones fisiológicas de rendimiento y su velocidad neurocognitiva. Esto es producto de su inactividad prolongada y del entrenamiento insuficiente. La vuelta va a ser con una planificación inteligente y tomando todos los recaudos necesarios para que nuestros jugadores vuelvan al nivel anterior a la cuarentena.
Hay quienes sostienen que este es “un año perdido” ¿Cómo se trabaja a nivel psicológico para apuntalar a los deportistas?
Si pensamos en lo futbolístico podríamos decir que sí. Se extraña el campo, no poder disfrutar del predio espectacular de entrenamiento que tenemos y tanto orgullo nos da. El día a día, ver progresar a los jugadores tanto en lo físico como en lo técnico, verlos crecer activamente. Pero los jugadores son inteligentes y ocupan su tiempo en aprender cosas nuevas entonces no podemos hablar de año perdido. Nosotros primero formamos personas, después jugadores de fútbol. Le damos prioridad al estudio, estamos muy encima de eso con sus notas y materias adeudadas. Ahora están con tiempo y no hay excusas para no estar al día con el colegio. Les pasamos libros en formato PDF de literatura diversa, también material de fútbol para que analicen y vean distintas circunstancias de juego. Además, les pedimos que se organicen el día, que tengan una rutina y ocupen su tiempo en algo productivo, que colaboren con las tareas del hogar. No tanta TV y play. Tener el colegio ordenado junto con entrenamiento físico es la mejor forma de estar en un nivel psicológico estable. Llevan muchos meses de encierro y es imperioso tener la cabeza ocupada y una rutina diaria.
¿Hace cuánto trabajas en el club y cómo llegaste a él?
Van a ser 5 años que formo parte de juveniles. Cuando Diego Ayoroa pasó al primer equipo dejó vacante el lugar de 7ma y 8va, y me hice cargo de esas divisiones. En su momento eran chicos categoría 2000 y 2001.
¿Cómo te sentís trabajando en Ituzaingó?
Ituzaingó es parte de mi vida. Es mi barrio, es el club que me está formando como profesional y me da la confianza para ser parte de este proceso formativo de los juveniles. Poder estar en este momento histórico del club con una Comisión que trabaja y gestiona como ninguna del fútbol argentino, tener en nuestra ciudad sede, estadio y Ciudad Deportiva en un radio de 2 km… pocos clubes tienen este privilegio y esto da mucho sentido de pertenencia. Podemos decir que somos una pequeña parte de todo esto.